sábado, 2 de abril de 2016

Diálogos con Lázaro

Lázaro de Betania es un personaje bíblico del Nuevo Testamento, hermano de María y Marta de Betania. Vivió en Betania, un pueblo en las afueras de Jerusalén. En su casa se alojó Jesús al menos en tres ocasiones. Es muy famoso principalmente porque según el Evangelio de Juan fue revivido por Jesús. A partir de esta historia su nombre es utilizado frecuentemente como sinónimo de resurrección.

Cuenta una leyenda no autorizada, que una vez resucitado por Cristo con las palabras “Lázaro, levántate y anda”, salió Lázaro lo más campante por la puerta de su casa y con la mirada azorada y emocionada sus amigos le dicen:

Lázaro, ¡Qué grande es Cristo, estás con nosotros de nuevo!”

Y Lázaro les dice:

¿Grande Cristo? ¡Ni me revisó!

En itálica, siguen fragmentos de un email que me envía un paciente de más de ochenta, cuyos conceptos no han variado en los más de diez años que lo veo. Si estoy vivo cuando se muera, cosa que dudo, espero que a Cristo no se le dé por visitar su casa de la calle Riobamba y resucitarlo, porque se las va a tener que ver conmigo.

En itálica y negrita, sus quejas, reclamos y preguntas. En letra simple, mis respuestas.

Pero no quiero ser paciente de Bernini* sino tuyo ¿Cómo hago? No tengo confianza para pedirle un sobreturno a Bernini y tengo que desplazarme al hospital que tengo 200 pesos de taxi y molestias. No estoy en el Italiano por el Italiano sino por vos. Hace años que estamos así.

Respuesta: nunca tuviste problemas para verme, pero como siempre vas sin turno seguro que la última vez que lo hiciste con turno fue para ver a Bernini y quedaste registrado como paciente de él. No te cambia las cosas, salvo si quisieras pedirme un turno a mí, que te lo van a negar. Voy a asignarte un turno y hacerte ir, así quedás como paciente mío y me dejás de joder.

Realmente si uno pide un turno para lo que sea y le dan para dentro de dos meses no se justifica tener así un plan de salud caro por muy bueno que sea. Si tienes alguna urgencia hay que ir a la guardia y ahí te pondrías atender seas o no socio.

Respuesta: el Hospital Italiano tiene un Plan de Salud excelente. Tiene una historia informatizada, todos los estudios y resultados están eternamente en la historia clínica y por fechas, los médicos de cabecera te conocen, en mi caso, mis pacientes tienen accesibilidad plena a mí, porque tienen mis teléfonos, mi email, mis horarios y diálogo permanente conmigo. El sistema de farmacia es superlativo. Si fueras de cualquier otra prepaga, esa que todos mencionan como excelente por ejemplo, te arrancarían la cabeza cobrándote como once mil pesos por mes y cada vez que se te acabara la medicación tendrías que ir a que un médico te haga la receta, lo que atenta en forma superlativa con el cumplimiento de los tratamientos.

Si tenés una urgencia grave, llámese por ejemplo obstrucción de una arteria coronaria, vas a la guardia y te están haciendo una coronariografía y colocando un stent en menos de una hora.

Lamentablemente el Hospital Italiano tiene un numerador (su capacidad de prestación de servicios) definido, es decir finito, pero un denominador (los que demandan los servicios) infinito. Esto es, nuestra población (Plan de Salud) es claramente determinada y la oferta de servicios podría ser perfectamente satisfecha, pero como hay una población abierta que son todas las obras sociales provinciales, pacientes privados, OSDE, Swiss Medical, Medicus, Abogados, Escribanos y muchos otros que pueden consultar al hospital y la gente sabe que somos abismalmente mejores, nos consultan y, en consecuencia, la oferta se ve desbordada por la demanda. Esta situación no tiene arreglo. En los pocos países donde la salud funciona, la atención de la salud está cubierta por regiones, es decir no te podés atender donde quieras sino donde te corresponde, cada región tiene diferentes niveles de atención: primer nivel o ambulatorio, niveles de mediana complejidad, de alta complejidad y tercer nivel (de instituciones geriátricas por ejemplo) y uno no puede ir por un resfrío a un hospital de alta complejidad. Acá, en nuestra pampa húmeda, sí. Vas a donde se te canta y si por un resfrío querés ir a cualquier hospital municipal (lo que es un desatino) vas. Si el hospital Argerich es mejor que el de Avellaneda, la gente cruza el Riachuelo y satura el Argerich y el intendente de Avellaneda, para qué va a mejorar si otro gil le cubre los servicios ¿Entendés?

Hace años que tengo una pregunta: Si a los viejos ya no se les hace medicina preventiva porque no vale la pena hacerle eso a un tipo que no es operable y que de todas maneras se morirá pronto ¿Por qué coño se  le cobra más caro a un viejo que a un joven al que sí se le hacen análisis y chequeos? ¿No está el Hospital ahorrándose costos al no hacer ni puto caso de chequear a un viejo? ¿No sería más lógico que el viejo pagara menos que el joven y no a la inversa? Poné esta pregunta  en tu blog. Y poné que me cuesta un huevo conseguir un análisis anual que vale dos mangos con cincuenta. Quizás no haga falta porque me siento bien pero es que tengo una curiosidad malsana en saber si tengo o no colesterol, uremia, ácido úrico, azúcar, sangre, etc. Son manías de viejo boludo. En mi club de billar hay docenas de tipos del Pami y de Obras Sociales de morondanga que los chequean  cada vez que lo piden. En el Italiano estás jodido si eres viejo. No te hacen un carajo y te lo dicen en la cara que para qué quieres saber cómo estás si igual vas a durar en esta vida menos tiempo que Macri en el gobierno.

Respuesta: Los viejos pagan más porque consumen muchísimo más. Lamentablemente se consume en forma inapropiada y te puedo decir que en promedio, un anciano gasta en los últimos 90 días de su vida lo que no gastó en toda ella en salud. Y esto es porque el ser humano, se aferra a la vida de una forma difícil de comprender. Y entonces un viejo se cae, se fractura, se complica con una embolia de pulmón, se aspira y hace una neumonía, tiene falla renal, se le necrosa un pie y esto empieza con operación de la fractura, internación en terapia intensiva y respirador y drogas para mantener la presión y antibióticos carísimos y drenajes y diálisis y amputación del pie y luego reintervención. El 90 por ciento se muere luego de pasarse 60 días en coma farmacológico en terapia intensiva, un 9 por ciento egresa como una planta y los familiares no se los quieren llevar y van a un geriátrico con olor a pis y sopa y oscuros… y se pasan ahí, seis o más meses, hasta que Nuestro Señor se acuerda de él.

Si uno le pregunta a la gente a qué edad y cómo se quisiera morir, todos te dicen ¿Sabés qué? A los 89 años durmiendo. Tengo malas noticias, la mayoría, de los “desafortunados” que tienen acceso a este mundo moderno (solo los pudientes claro está) de medicina tecnológica y ansias de eternidad, terminan muriendo (y despilfarrando) como el viejito fracturado que te describí.

¿Cómo explicarte que el colesterol actúa en años, y el cigarrillo también, y la genética hace los suyo y que a determinada edad ya no tiene sentido chequear ni corregir el colesterol? Porque lo que hizo ya lo hizo y lo que no hizo ya no lo hizo. Que yo tranquilamente te diría que dejes de gastar plata en rosuvastatina porque a tu edad, si tenés trescientos o ciento veinte es lo mismo. Y no es lo mismo porque yo sea desaprensivo y porque no me importa sino porque es lo mismo.

Que si fumaste toda la vida y llegaste a los ochenta y cinco un cigarrillo menos es poco probable que te modifique mucho, ni tampoco un chorizo.

Que pedirte un PSA es muchísimo más probable que haga daño que bien alguno.

Y la glucemia, y el ácido úrico y todo el resto, no suben así porque sí de un día para otro y sin que nadie se dé cuenta. Si así fuera ¿Habría que hacerte todos los días una glucemia?

Si a tus compañeros de billar, del Pami y de obras sociales de morondanga les hacen de todo ¿Por qué no te vas al Pami o a Morondanga Salud? ¡Te envuelvo en un paquete de regalo, con un lindo moño, te llevo en auto, te pago un café con leche con medialunas, te pongo unos pesos en el bolsillo y salgo corriendo y moviendo la cola!

En los viejos, hay que cuidar otras cosas como que no tengan alfombritas en las casas, calzado resbaloso, que no tomen enalapril, tamsulosina, rosuvastatina, amlodipina, aspirina, amiodarona, hidroclorotiazida, trimebutina, sertralina, anticoagulantes y clonazepam y una botella de vino y se acuesten y se levanten a la hora y luego de dos tumbos por pisar la alfombrita, caigan en el piso y se les forme un hematoma en la cabeza y se las abran y empiece el ciclo que te conté.

De todos modos, un buen sistema de salud tendría que ser solidario y que todos paguen independientemente de lo que consumen. Y probablemente, los viejos, menos. En la Argentina, la medicina prepaga suple (en los ricos que se la pueden pagar) las deficiencias del Estado y las Obras Sociales, cuyos recursos, de ser racionalmente utilizados servirían para que exista un único sistema nacional de salud, como lo hay en Reino Unido, Canadá, países nórdicos y varios otros países ¡Andá a sacarle las obras sociales a los caciques sindicales y a los politiquejos provinciales! 

Y también hay que tener en cuenta que a determinada edad, como dijo Adolfo Bioy Casares, “Uno acostumbra a morirse”

Por su parte, los jóvenes que demandan servicios hipocondríacamente y se topan con médicos inexpertos y entusiastas también están en riesgo por exceso de análisis en pos de una pretendida y malentendida "Prevención".

Dime cómo se hace para que tú seas mi médico de cabecera. No es porque tú seas mejor que Bernini (eso no lo sé) sino porque siento un placer sadomasoquista en rompernos los huevos mutuamente tú y yo.

Te lo iba a decir, me sacaste la palabra “sadomasoquista” de la lengua.

Un abrazo en Cristo. (Me estoy tomando yo solo una botella de Johnny Walker Gold (la mejor) y ya voy por la mitad. Te quedarás sin probarlo, boludo. Si no puedes venir, no importa, pero envíame el bacalao que es lo que me interesa. Espero que en el infierno, donde me esperan impacientes, pueda hacerme un análisis.

Ojalá que te lo hagan y se te complique y te tengan en la terapia intensiva del infierno miles y miles de años (el día cama está muy descontrolado en el infierno).


*El nombre de Bernini, es un nombre de ficción, para que no se ría de mí, cuando me encuentre en el hospital.