domingo, 16 de marzo de 2025

Arturo en la Patagonia, Fede Bennett en San Isidro y Julian Tudor Hart pateando el cajón

Arturo Lepío Chiguay tiene 65 años, es peón de estancia en la Patagonia Sur, cerca de los grandes lagos de Santa Cruz. Nunca se hizo, ni se hará, una colonoscopía.

Federico Bennett vive en San Isidro, realizó estudios primarios y secundarios en un colegio inglés en Belgrano, luego, estudió relaciones internacionales en una universidad privada, también en Belgrano, y una maestría en administración de negocios en la Universidad Cornell, en Ithaca, universidad de la Ivy League en las que se agrupan las 8 universidades privadas más prestigiosas de los Estados Unidos. Junto con otros tres compañeros de la universidad tienen una consultora que se dedica a evaluaciones políticas. 


Soy el médico de Marcelo y todos los años, en marzo, “para empezar bien el año”, viene con una lista de “análisis bien completos, para estar tranquilo”. Marcelo tiene 60 años, lleva tres colonoscopías*, la primera a los 45, la segunda a los 50 (realizada porque en la de los 45 tenía un pólipo benigno), la tercera a los 55 (porque se la hace cada 5 años) y en este marzo tan caluroso viene con su lista que incluye “análisis bien completos, incluyendo el test de la próstata, porque mi padre tuvo un problema en la próstata, todos los colesteroles, una ergometría, porque corro y este año voy a cruzar la cordillera; después mandame al urólogo para que me haga el tacto rectal, quiero vacunarme contra el herpes, el dengue y la neumonía e ir al dermatólogo para que me mire los lunares”.


Una verdadera porquería, una “medicina preventiva”, así, entre comillas, que es mucho mayor el daño que provoca que las escasísimas vidas que salva. Una porquería promovida por quienes tienen maquinitas, “juguetitos", para hacer diferentes “diagnósticos precoces que salvan vidas”.


Hace 15 años, las sociedades de gastroenterólogos empezaron a promocionar las endoscopías como método de diagnóstico precoz de cáncer de colon: las promovieron en la televisión, fueron entrevistados en las radios, el doctor chanta de la mañana, una especie de bufón caro de los programas de alto rating, habla de la prevención y “vende” endoscopias, tactos rectales, autoexamen de mamas, de testículos, exámenes de piel, vacunas de lo que sea, para todos y todo el tiempo, ecografías de las arterias del cuello, tomar magnesio, vitamina D, tomar sol para prevenir la osteoporosis y quedarse a la sombra para evitar el cáncer de piel y comprarse un robot que te hace tacto rectal y te examina mamas y testículos todos los domingos. 


Una verdadera porquería. 


Porque, aclaro: estas cosas que digo, estas maniobras y tests, no es que no sirven para nada. Tienen una muy específica y limitada pertinencia, pero mal utilizadas, utilizadas masivamente como le llenaron la cabeza de MBA a Fede Bennett, es muchísimo más el daño que provocan que el beneficio que producen. Solo que el daño y el beneficio, no se evalúan individualmente sino poblacionalmente. Son, por lejos, mucho más las próstatas que sacamos innecesariamente, creando impotencia e incontinencia en porcentajes no despreciables, que las (poquísimas) vidas que realmente salvamos, porque les detectamos un cáncer a tiempo y con un costo altísimo, para el individuo y para la población. No digo que no haya que hacer PSA a nadie, solo digo que la pertinencia del estudio es específica. Sobre el tacto rectal, me ahorro el comentario, para no caer en comentarios prosaicos. 


Un reciente artículo de la publicación científica AJPM Focus, una revista de acceso abierto de la Asociación para la Enseñanza e Investigación en Prevención y el Colegio Americano de Medicina Preventiva, publica un artículo titulado Una estimación de los daños prevenibles asociados con el sobreuso de la colonoscopía de rastreo, y concluye que el alto número de colonoscopías de bajo valor (innecesarias) realizadas cada año sugiere que cientos de miles de individuos están padeciendo daños que son potencialmente evitables y miles de pacientes son seriamente dañados. 


Concluyendo: Por esa Ley de cuidados inversos descrita por Julian Tudor Hart que dice que el acceso a la atención médica o social de calidad varía en proporción inversa a su necesidad en la población asistida, Arturo Lepío Chiguay  nunca tendrá una colonoscopia y si tiene la desgracia de tener un cáncer de colon, se morirá perforado y séptico en una salita de primeros auxilios de la cordillera; Fede Bennett, seguirá yendo anualmente “al supermercado” con su lista y volverá con el changuito repleto de estudios innecesarios y potencialmente muy perjudiciales. 


*Las endoscopias son procedimientos ópticos destinados a acceder a la visión y potencial tratamiento de diferentes órganos: la videocolonoscopia (VCC) es la endoscopía del colon, la videoendoscopia digestiva alta (VEDA) es la endoscopia del esófago, estómago y duodeno; la broncoscopia es la endoscopia de los bronquios, cistoscopia es la endoscopia de la vejiga, la colangiopancreatografía endoscópica retrógrada es la endoscopia de las vías biliares y el conducto pancreático. Tanto endoscopia (sin tilde) como endoscopía (con tilde) son formas correctas. 


Referencias


Shannon Brownlee, Alison N. Huffstetler, Joseph Fraiman, Kenneth W. Lin,

An Estimate of Preventable Harms Associated With Screening Colonoscopy Overuse in the U.S., AJPM Focus, Volume 4, Issue 1, 2025.


García C, Guerra de trincheras. REVISTA ARGENTINA DE MEDICINA, Vol. 5 x N° 4, Diciembre 2017



    Vincent Van Gogh, La lotería. Museo Nacional Van Gogh, La Haya





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