martes, 29 de noviembre de 2011

En las alturas

Mal agudo de montaña o apunamiento

El apunamiento o mal agudo de montaña es una condición potencialmente grave que se produce en personas que ascienden a ciertas altitudes y que depende tanto de la altura a la que se asciende como de la rapidez con la que se asciende.

Como datos de referencia:

  1. El Machu Picchu está a 2.430 m sobre el nivel del mar
  2. El campamento de la base del monte Everest, en Nepal, está a 5.360 m sobre el nivel del mar
  3. El cerro Kilimanjaro en Tanzania está a 5.895 m sobre el nivel del mar
El mal agudo de montaña incluye un espectro de condiciones que, de menor a mayor gravedad comprenden:

  • Cefalea (dolor de cabeza) de altitud
  • Mal agudo de montaña
  • Edema pulmonar y cerebral de montaña
 
Cefalea de altitud

Es un dolor de cabeza que se produce dentro de las 24 horas del ascenso por encima de los 2.500 m y se resuelve dentro de las 8 horas después del descenso.
El cuadro empeora durante la noche y con el ejercicio y frecuentemente responde a los analgésicos comunes como ibuprofeno (400 a 600 mg) o paracetamol (500 a 1.000 mg).
Como su causa es la deshidratación aguda producida por el ejercicio y la hiperventilación es importante asegurarse una buena hidratación.

Consejos:

  1. Ascienda gradual y lentamente
  2. Tome líquidos durante el ascenso
  3. Si le duele la cabeza tome 400 a 600 mg de ibuprofeno o 500 a 1.000 mg de paracetamol y abundante líquido
  4. Si el cuadro no cede puede ser necesario descender unos 300 a 1.000 m
  5. Un último y muy efectivo recurso es la administración de oxígeno a 2 L por minuto

Mal agudo de montaña o apunamiento

Es un cuadro más complejo caracterizado por al menos uno de estos síntomas:

  1. Náuseas o vómitos
  2. Fatiga
  3. Mareos
  4. Dificultad para respirar
Se produce dentro de las 6 a 12 horas luego de arribar a una altitud importante y se resuelve en el lapso de 1 a 3 días después del descenso.

Su ocurrencia y/o gravedad dependen de la susceptibilidad propia de quien lo padece, su falta de costumbre a las alturas y como siempre, de la velocidad con que se asciende y la altura a la que se asciende.

Para los casos leves se aconseja:

  1. Detener el ascenso
  2. Descansar
  3. Hidratarse
  4. Tomar 400 a 600 mg de ibuprofeno o 500 a 1.000 mg de paracetamol
Si no mejora:

  1. Descender de 300 a 1.000 m
  2. Tomar abundante líquido
  3. Tomar 400 a 600 mg de ibuprofeno o 500 a 1.000 mg de paracetamol
Si aun así no mejora puede ser necesario el uso de diuréticos y corticoides. La atención médica es aconsejable pero de no disponerse de la misma:

  1. Tomar un comprimido de 40 mg de Deltisona B® o Cortipyren®
  2. Tomar un comprimido de 250 mg de acetazolamida (Matro® 250) cada 12 horas

Edema pulmonar y cerebral de montaña

Este cuadro es mucho más raro pero grave. Se produce en pacientes que presentaron apunamiento previo y puede ocurrir hasta después de los tres días del ascenso pero puede también desarrollarse tan  precozmente como 12 horas luego de arribar a una altitud importante. Siempre requiere tratamiento médico.
Incluye los siguientes síntomas:

  1. Falta de aire estando en reposo
  2. Coloración azulada de la piel
  3. Confusión
  4. Tos
  5. Expectoración con sangre
  6. Marcha tambaleante o imposibilidad de caminar
Su tratamiento debería ser supervisado por un médico y requiere:

  1. Descenso inmediato acompañado e idealmente siendo transportado
  2. Administración de oxígeno en dosis de 2 a 4 L/minuto
  3. 8 mg de dexametasona por vía intravenosa (Dexametasona® o Fadametasona® 8 mg)
  4. La nifedipina es una droga que disminuye la presión pulmonar y el edema. Están indicados 30 mg de nifedipina de liberación sostenida dos veces por día (Nifed Sol® 30 mg o Adalat Oros® 30 mg).
  5. Nebulizaciones con salbutamol (Salbutol®, Microterol®, Ventolin®) 

Medidas preventivas

  1. Recuerde que el cuadro depende tanto de la altura a la que se asciende como de la velocidad con que se asciende.
  2. Evite los ascensos rápidos
  3. Tome abundante líquido
  4. Recuerde que si el cuadro aparece las mejores medidas son el descenso, la hidratación y los analgésicos (ibuprofeno o paracetamol)
  5. Si existiera una razón por la que no se puede evitar el ascenso más o menos rápido y a alturas superiores puede ser necesaria, desde el día antes y hasta 48 horas después, la toma de un diurético acetazolamida (Matro® 250) que viene en comprimidos de 250 mg y debe tomar medio comprimido cada 12 horas desde el día antes y hasta 48 horas después del descenso.
Notas importantes:

Recuerde que si es una persona mayor, toma medicamentos y tiene condiciones serias (obesidad, diabetes, insuficiencia cardíaca, enfermedades pulmonares, insuficiencia renal, etc) muy probablemente no deba hacer estos ascensos.
No aconsejo portar medicamentos sin prescripción médica y en todos los casos es conveniente la consulta médica antes de realizar este tipo de viajes.
Los ascensos a alturas importantes y particularmente ascensos rápidos son prácticas casi profesionales que requieren instrucciones y medidas especiales. Seguramente, en estos casos, llevar o disponer de los medicamentos mencionados en estos consejos puede ser de utilidad.
... 
                           VI


Entonces en la escala de la tierra he subido 
entre la atroz maraña de las selvas perdidas 
hasta ti, Machu Picchu. 
Alta ciudad de piedras escalares, 
por fin morada del que lo terrestre 
no escondió en las dormidas vestiduras. 
En ti, como dos líneas paralelas, 
la cuna del relámpago y del hombre 
se mecían en un viento de espinas.

Madre de piedra, espuma de los cóndores.
Alto arrecife de la aurora humana.
Pala perdida en la primera arena.
Ésta fue la morada, éste es el sitio: 
aquí los anchos granos del maíz ascendieron 
y bajaron de nuevo como granizo rojo.

Aquí la hebra dorada salió de la vicuña 
a vestir los amores, los túmulos, las madres, 
el rey, las oraciones, los guerreros.

Aquí los pies del hombre descansaron de noche 
junto a los pies del águila, en las altas guaridas 
carniceras, y en la aurora 
pisaron con los pies del trueno la niebla enrarecida, 
y tocaron las tierras y las piedras 
hasta reconocerlas en la noche o la muerte.

Miro las vestiduras y las manos, 
el vestigio del agua en la oquedad sonora, 
la pared suavizada por el tacto de un rostro 
que miró con mis ojos las lámparas terrestres, 
que aceitó con mis manos las desaparecidas 
maderas: porque todo, ropaje, piel, vasijas, 
palabras, vino, panes, 
se fue, cayó a la tierra.

Y el aire entró con dedos 
de azahar sobre todos los dormidos: 
mil años de aire, meses, semanas de aire, 
de viento azul, de cordillera férrea, 
que fueron como suaves huracanes de pasos 
lustrando el solitario recinto de la piedra. 
 

PABLO NERUDA
Alturas de Machu Picchu 


Buen viaje. Tome lindas fotos y ascienda despacio!

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